Publicaciones:
El Mar de Venus. Editorial Hijos del Hule. Barcelona (2010).
Ferro, el Muñeco de Hojalata que Quería ser un Niño con Corazón. Ediciones Gentle Noise. Barcelona (2011).
La Habitación de los Pájaros. Premio Relatos Románticos (2012). Publicación en antología Ese Amor que Nos Lleva, Ediciones Rubeo. Barcelona.
Microrrelato. (Antología). Epidermis. Barcelona (2012).
De tu boca, el despertar (poemario). Ediciones Carena (2013, Barcelona).
Todas las primaveras son pecado (poemario). Ediciones Carena (2016, Barcelona)


domingo, 22 de julio de 2012


AFRICA

Quiero ser salvada, salvada por África.
África, sálvame, llévame en tu regazo fuerte y desgastado.
Quiero agarrarme a tus anchas caderas,
trepar por tu espalda árida y extensa como tus desiertos.
África es una madre gigantesca,
negra y profunda como la noche,
una noche tibia y sin estrellas, opaca, aterradora…
Porque ella es igual y distinta a todas las madres, y
las acoge a todas en la intensidad oscura de su seno.
África huele a cuero y cenizas, las cenizas de un salvaje imperio
que aún está por nacer.
África se expande como el ocaso meloso de sus atardeceres,
tiene nombre de mujer y de hembra,
de animal malherido que prosigue, a pesar de.
Es un universo trágico y feliz de hombres y brazos,
pechos, curvas, ojos que siempre miran con la misma intensidad,
iluminados.
Es la vida a punto de comenzar.

Alba Seoane

SOY: MAR

Qué incomparable placer el de vivir únicamente al ritmo de las mareas, aguardar la noche desnuda y sin zapatos, vestida de arena: de yo.
Había olvidado lo que siempre fui por miedo a ser, pero ahora que por fin oscurece, ahora que apenas consigo escribir, me siento negra y abismada de silencio: privilegiada.
Me adentro en el mar, me enfrento a sus olas y su gloriosa luna, ahora me siento roca, por mis hendiduras entra la sal que me acaricia y erosiona, porque sí, sin duda, la erosión también forma parte de la forma: existencia.
No puedo sino sumergirme en la oscuridad, ya no me asusta porque ahora sé que es profunda y sincera.
Y pienso: no podría pensar si no fuera desnuda; el mar merece mucho más que un púdico trozo de tela escondiendo el sexo avergonzado.
Arrástrame, quiero dejarme arrastrar, dormir al ritmo de esta infinita canción de cuna marinera.

Pero no, una vez más, desprestigiada y humana, nado contracorriente.

Alba Seoane


PLAYA NUDISTA
Miro  a mi alrededor y solo veo cuerpo: el cuerpo deja de asombrar cuando ya ha sido descubierto, desnudo y sin miedo. Naturalizado.
Para eso algunos requieren de tiempo, y me refiero a esos señores con gorra y mirada lasciva que, clandestinos, otean el horizonte escondidos tras su visera.
Pero, salvo esas excepciones de la inteligencia, las razones del nudismo prevalecen porque son sensatas. Rápido se entiende que lo agresivo es el ojo vestido y no el cuerpo hallado, es entonces, solo entonces cuando se deja de ver.
Todo es la misma carne uniforme, oscura, rosada, tersa, enarenada…
Nunca me había sentido tan parte de un todo.
¡Te siento tan inocente! ¡Tan limpio sin ropa! ¡Tan, tan… todo! Es como si pudiera descifrarte el alma.
Ahora imagino el traje como un disfraz del yo, ese que convierte al ojo en un triste desvío del corazón.
¿No sería más fácil dejar de mentir y retornar a tu origen?
El cuerpo es único y tiene todas las respuestas porque no fue inventado: está por descubrir.


miércoles, 11 de julio de 2012


Y tú dormías…

Y tú dormías, y yo callaba la boca indecente con una fina telaraña de sirena abandonada.
A la deriva de tu sueño, mis besos no te alcanzan,
se suspenden en el aire, se vaporizan, trémulos…
Soy de tierra, sí, soy de carne, soy de vuelo,
soy mujer de mil bocas y de mil anhelos.
Indecorosa, extiendo las alas, emprendo el vuelo,
te abro los párpados, te arranco del suelo.
Todo en ti es silencio.
Me ciego los ojos, me adentro en tu infierno…
Pero la tormenta me llama y yo ya no tengo miedo;
voy a recibirla desnuda, los brazos abiertos,
sombría e indómita, expuesta, insolente.
Sin secretos.
Como la niña que sueña insomne y ajena al sueño.
Porque soy mujer, porque soy misterio, porque ando,
descalza en los pies y desafiante en los deseos.

Alba Seoane

INTELIGENCIA

Me pregunto qué es eso que llaman Inteligencia y si no seré lo suficientemente inteligente como para no preguntármelo.
Inteligencia es lo que un físico aplica en sus fórmulas y un economista en sus cuentas.
Pero, ¿y la inteligencia que no se consigue, que no se demuestra?
¿Qué hay de ese rumor silencioso y profundo?
¿Ese que del corazón directamente nos llega?
¿No es eso inteligencia?
Porque lo verdadero asusta,
 y es ahí donde yo temo encontrar todas mis respuestas,
También esas que hieren, que rasgan y te recomienzan.
Amedranta el final como lo hacen los principios, en su comienzo.
Lo que aún está por cambiar, irremediablemente, inquieta.
La falta de control de lo incontrolable.
Deseo frustrado e ingenuo de inercia.
Porque ¡es tan fácil simplemente caer y dejarse rodar!
Entonces ¿por qué me levanto y estiro en sentido contrario?
Todo esto no es Inteligencia, es digresión, verborrea,
solo que aún no ha sido acreditado ni reconocido por falta de pruebas.
Habría que hacer de las palabras rocas o piedras,
cimientos de algo que por fin sirviera.
Qué triste es no ser científico y simplemente vivir abstraído de la materia.

Por eso insisto, todo esto No es Inteligencia.

Alba Seoane


DUALIDAD

Esta guarida debe ser como mi propia existencia, una humilde choza con todo y nada, tan, tan cerca…
En ocasiones el todo se evidencia, la puerta se abre y toda la luz, simplemente, entra;
como entran los insectos, el aire y la vida entera.
Otras veces la guarida se hace angosta, disminuye y se cierra,
es entonces cuando las moscas son fieles compañeras,
porque no juzgan, porque no sueñan.
Todo es supervivencia.
Generosa comparto mi espacio, mi aire, mis penas…,
con la ilusión de ser Yo y todo lo que me rodea:
un suave aleteo, un zumbido, una huella.
No estoy sola en este entierro, me acompaña la tierra.
Y por fin, se hace la luz, se abren todas mis puertas.
Salgo, me entrego, me estiro sobre la hierba.
Desnuda e ingrávida recojo todas las flores entre mis piernas.
No tengo miedo, no existo, Soy: Verdadera.


Alba Seoane


CONTEMPLANDO…

Contemplando el vuelo, silente, grácil, infinito en su armonía con el cielo…
Intuyo que no puede existir plenitud más profunda ni sueño más etéreo.
Y me pierdo entre sus alas, a lo lejos, más allá de lo que veo,
en un nada azul y absoluto donde por fin me encuentro.
Y me elevo, y me confundo, y me siento…
En una danza libre con el viento.
Y lo beso y lo recorro y lo quiero, mecido entre mis piernas de pájaro eterno.
No me dejes caer ahora que por fin te tengo,
no me dejes caer ahora que he aprendido a olvidar el cuerpo.

Alba Seoane