O HOMEM LUA
Ontem conheci ao Homem lua.
Me miré en sus ojos de infinito, me bañé desnuda en la laguna clara de su pecho escondido.
Homem lua, ábrame su puerta, su vagina descarnada y seca, quiero ver su secreto mejor guardado.
Homem lua, rasgue su camisa y su sentido, déjeme entrar en él, plantar mil flores entre sus sienes y mi desierto de olvido.
Ahí donde se refugia mi alma, alma que agoniza, alma de largos inviernos fríos, eternos como su risa. Alma que busca su luz, Homem, lua…
Estás y no estás, flotas etéreo entre los márgenes de mi locura, vacía de ti, ávida de luna. Mientras me aferro a ti con los dientes, ilusión que cuelga de unos labios partidos.
Pero agárreme, agárreme fuerte, Homem lua, no nos vayamos a caer y dar de bruces con un amor extinguido, con una tierra baldía y seca como la vida misma.
Homem lua, sí, yo también tiemblo, yo también sueño con formar parte de ese tú que mi yo despierta.
Alba Seoane
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